Friday 24 December 2010

EL BETLEM

Algú dirà, que poca originalitat, que poc ha tingut que pensar. Perquè és veritat. No m’he calfat molt el cap i no he pensat molt.

Estes festes que comencen, em porten records, que seràn obvi per a alguns, segurament per als majors, però que als més joves els pareixerà com un conte molt antic i de museu.


Des de que jo recorde, en ma casa es feia el Betlem. Tots els anys, mon pare, que amb moltes hores de treball, afegia esta obligació, preparava un canyís, que anys després va passar a ser un tauler  aglomerat (el progrés), uns cables amb xicotetes peretes,  la caixa de figures de ceràmica i un sac amb terra rogenca que tènia d'un any per l'altre.

Sobre el canyís o tauler, una vegada abocada la terra, preparava la distribució de les distintes escenes que volia representar.

Havia seleccionat uns ceps arrancats recentment i amb un paper gros d'embalar mullat que deixava caure sobre els ceps, formava alguna cosa pareguda a la serra de Bèrnia, o eixa era la meua comparació mental de xiquet.

Les peretes quedaven col·locades en els punts on estaven les escenes fortes,  el portal, la cova dels pastorets i el poble amb les seues casetes imitant les de Palestina. Tapava el cable amb la terra, feia un camí amb terra d'un altre color, el qual unia eixos punts forts. No podia faltar el riu, qüestió que es solucionava, fent una tira amb els embolcalls de paper de plata del xocolate, “El Gorriaga” o “Dolca”, i protegia la tira amb un vidre, perquè no s'embrutara amb la terra.
On anaven col·locades les figures no suscitava discussió, excepte les dels Reis Mags i la del “caganer”. Els primers havien de col·locar-se en un punt, en el qual interpretàvem els dies que faltaven per a la seua arribada al portal, però sobretot al nostre portal, a la nostra casa. El segon, eren dos, dos figures ceràmiques d'un home defecant. La seua col·locació era discutida, ja que uns volien que la figura estiguera de cara a l'espectador, o els que volien que estiguera donant l'esquena a este. La segona opció era la més votada, per l'evident de la situació. No obstant això, la figura mai estava mostrant l'evidència, alguna mà s'encarregava que la situació fora el més decorosa possible.

L'ajuntament convocava uns premis als millors betlems, i passava una comissió veient cada un dels inscrits. No recorde que ens premiaren mai, però el Betlem es feia cada any amb la mateixa il·lusió.

En ma casa mai va tindre preferència l'arbre de Nadal.

 El relleu a la realització del tradicional Betlem, no recorde com la vaig adquirir, però cada any el ritual es repetia, però ja era jo qui construïa la composició.

La terra, la molsa i diferents plantes de matoll, les arreplegava en la partida de Senijola. Era una excursió cansada, perquè amb la idea que la terra cada any fora nova, el sac de terra al cap d'uns metres, es convertia en una càrrega inaguantable, llavors maleïa la idea de la terra nova.

El Betlem repetia els traços què li havia vist fer a mon pare.

Hui la representació del naixement i dels betlems, esta professionalitzada, són espectaculars i admirables, figures que realitzen moviments, llums i fogueres, serres en moviment i martells donant en l'enclusa. L'arbre de Nadal esta per tot arreu, hi ha decoracions nadalenques amb llums en els carrers.

Llum molta llum.

Les associacions representen el Betlem vivent, molt tradicional i espectacular en algunes poblacions d'Espanya.

Però l'antecedent esta en la missa de Nadal de 1223, en la que sant Francesc d’Assis, va voler reproduir amb la major fidelitat l'escenari en què havia nascut Jesús. Per a això, va caldre demanar l'autorització papal, ja  que l'excentricitat de Francesc, suposava ficar un bou i un ase en la missa, interès d’aquest, en el que sant Francesc no estava disposat a desistir, ja se sap, l'especial amor que tènia pels animals.

“Vull veure amb els meus ulls la pobresa en què va nàixer el Xiquet en Betlem, com va ser col·locat sobre la palla entre el bou i el ase”.


EL BELEN


Alguno dirá, que poca originalidad, que poco a tenido que pensar. Pues es verdad. No he tenido que calentarme mucho la cabeza y pensar.

Estas fiestas que empiezan, me traen recuerdos, que serán obvios para algunos, seguramente para los mayores, pero que a los más jóvenes les parecerá como un cuento muy antiguo y de museo.

Desde que yo recuerde, en mi casa se hace un Belén. Todos los años, mi padre, que a sus muchas horas de trabajo, añadía esta obligación, preparaba un cañizo, años después fue un tablero  aglomerado ( el progreso ), unos cables con pequeñas bombillas,  la caja de figuras de cerámica y un saco con tierra rojiza que tenia de un año para el otro.

Sobre el cañizo o tablero, una vez vertida la tierra, preparaba la distribución de las distintas escenas que quería representar.

Había seleccionado unas cepas arrancadas recientemente y con papel grueso de embalar mojado que dejaba caer sobre las ellas, formaba algo parecido a la sierra de Bernia, o esa era mi comparación mental de chiquillo.

Las bombillas quedaban colocadas en los puntos donde estaban las escenas fuertes,  el portal, la cueva de los pastores y el pueblo con sus casitas imitando las de Palestina. Tapaba el cable con la tierra, y hacia un camino con tierra de otro color, el cual unía esos puntos fuertes. No podía faltar el río, cuestión que se solucionaba, haciendo una tira con los envoltorios de papel de plata del chocolate Elgorriaga o Dolca, y protegida la tira por un cristal, para que no se ensuciara con la tierra.

Donde iban colocadas las figuras no suscitaba discusión, excepto las de los reyes Magos y la del “caganer”. Los primeros tenían que colocarse en un punto, en el cual interpretábamos los días que faltaban para su llegada al portal, pero sobre todo a nuestro portal, a nuestra casa. El segundo, eran dos, dos figuras cerámicas de un hombre defecando. Su colocación era discutida, ya que unos querían que la figura estuviera de cara al espectador, o los que querían que estuvieran dando la espalda a este. La segunda opción era la más votada, por lo evidente la situación. No obstante, la figura nunca estaba mostrando la evidencia, alguna mano se encargaba de que la situación fuera lo más decorosa posible.

El ayuntamiento convocaba unos premios a los mejores belenes, y pasaba una comisión viendo cada uno de los inscritos. No recuerdo que nos premiaran nunca, pero el Belén se hacia cada año con la misma ilusión.

En mi casa nunca tuvo preeminencia el árbol de Navidad.

El relevo a la realización del tradicional Belen, no recuerdo como lo adquirí, pero en algún momento el ritual se repetía, pero era yo quien construía la composición.

La tierra, el musgo y diferentes plantas de matorral las recogía en la partida de Senijola. Era una excursión, cansada, pues con la idea de que la tierra fuera nueva cada año, el saco de tierra al cabo de unos metros, se convertía en una carga inaguantable, y entonces aborrecía la idea de la tierra nueva.

El Belén repetía los trazos del que había visto hacer a mi padre.

Hoy la representación del nacimiento, los belenes, se ha profesionalizado, son espectaculares y admirables, figuras que realizan movimientos, luces y hogueras, sierras en movimiento y martillos dando en el yunque. El árbol de Navidad esta por doquier, hay adornos navideños con luces en las calles.

Luz mucha luz.

Las asociaciones representan el Belén viviente, muy tradicional y espectacular en algunas poblaciones de España.

Pero el antecedente esta en la misa de Navidad de 1223, en la que san Francisco de Asis, quiso reproducir con la mayor fidelidad el escenario en el que había nacido Jesús. Para ello hubo que pedir la autorización papal, ya  que la excentricidad de Francisco, suponía meter un buey y un burro en la misa, empeño este, en el que Francisco no estaba dispuesto a cejar, ya se sabe el especial amor que tenia por los animales.

“Quiero ver con mis ojos la pobreza en que nació el Niño en Belén, cómo fue colocado sobre la paja entre el buey y el burro”.

FELIZ NAVIDAD

________________________________________________



EL BELEN  


Alguno dirá, que poca originalidad, que poco a tenido que pensar. Pues es verdad. No he tenido que calentarme mucho la cabeza y pensar.

Estas fiestas que empiezan, me traen recuerdos, que serán obvios para algunos, seguramente para los mayores, pero que a los más jóvenes les parecerá como un cuento muy antiguo y de museo.

Desde que yo recuerde, en mi casa se hace un Belén. Todos los años, mi padre, que a sus muchas horas de trabajo, añadía esta obligación, preparaba un cañizo, años después fue un tablero  aglomerado ( el progreso ), unos cables con pequeñas bombillas,  la caja de figuras de cerámica y un saco con tierra rojiza que tenia de un año para el otro.

Sobre el cañizo o tablero, una vez vertida la tierra, preparaba la distribución de las distintas escenas que quería representar.

Había seleccionado unas cepas arrancadas recientemente y con papel grueso de embalar mojado que dejaba caer sobre las ellas, formaba algo parecido a la sierra de Bernia, o esa era mi comparación mental de chiquillo.

Las bombillas quedaban colocadas en los puntos donde estaban las escenas fuertes,  el portal, la cueva de los pastores y el pueblo con sus casitas imitando las de Palestina. Tapaba el cable con la tierra, y hacia un camino con tierra de otro color, el cual unía esos puntos fuertes. No podía faltar el río, cuestión que se solucionaba, haciendo una tira con los envoltorios de papel de plata del chocolate Elgorriaga o Dolca, y protegida la tira por un cristal, para que no se ensuciara con la tierra.

Donde iban colocadas las figuras no suscitaba discusión, excepto las de los reyes Magos y la del “caganer”. Los primeros tenían que colocarse en un punto, en el cual interpretábamos los días que faltaban para su llegada al portal, pero sobre todo a nuestro portal, a nuestra casa. El segundo, eran dos, dos figuras cerámicas de un hombre defecando. Su colocación era discutida, ya que unos querían que la figura estuviera de cara al espectador, o los que querían que estuvieran dando la espalda a este. La segunda opción era la más votada, por lo evidente la situación. No obstante, la figura nunca estaba mostrando la evidencia, alguna mano se encargaba de que la situación fuera lo más decorosa posible.

El ayuntamiento convocaba unos premios a los mejores belenes, y pasaba una comisión viendo cada uno de los inscritos. No recuerdo que nos premiaran nunca, pero el Belén se hacia cada año con la misma ilusión.

En mi casa nunca tuvo preeminencia el árbol de Navidad.

El relevo a la realización del tradicional Belen, no recuerdo como lo adquirí, pero en algún momento el ritual se repetía, pero era yo quien construía la composición.

La tierra, el musgo y diferentes plantas de matorral las recogía en la partida de Senijola. Era una excursión, cansada, pues con la idea de que la tierra fuera nueva cada año, el saco de tierra al cabo de unos metros, se convertía en una carga inaguantable, y entonces aborrecía la idea de la tierra nueva.

El Belén repetía los trazos del que había visto hacer a mi padre.

Hoy la representación del nacimiento, los belenes, se ha profesionalizado, son espectaculares y admirables, figuras que realizan movimientos, luces y hogueras, sierras en movimiento y martillos dando en el yunque. El árbol de Navidad esta por doquier, hay adornos navideños con luces en las calles.

Luz mucha luz.

Las asociaciones representan el Belén viviente, muy tradicional y espectacular en algunas poblaciones de España.

Pero el antecedente esta en la misa de Navidad de 1223, en la que san Francisco de Asis, quiso reproducir con la mayor fidelidad el escenario en el que había nacido Jesús. Para ello hubo que pedir la autorización papal, ya  que la excentricidad de Francisco, suponía meter un buey y un burro en la misa, empeño este, en el que Francisco no estaba dispuesto a cejar, ya se sabe el especial amor que tenia por los animales.

“Quiero ver con mis ojos la pobreza en que nació el Niño en Belén, cómo fue colocado sobre la paja entre el buey y el burro”.

FELIZ NAVIDAD

No comments:

El palanganer i l' orinal. - El palanganero y el orinal.

Quan veig que un paisà porta a la mà una ampolla d'aigua; tan bén arregladeta, amb precintes, segells, certificats i anàlisi (que cu...