UN REQUIEM

 Publicat el dia 5 de diciembre de 2010  en mi Blog del Diario INFORMACION de Alicante
http://comunidades.diarioinformacion.com/15390/blog/428/

Em vaig despertar un poc tart, el despertador no havia sonat. La nit anterior, no, a les quatre de la matiná apagava totes les llumenetes que té la meua taula on tinc l'ordinador. Si, era un poc tart, però, ens havíem embrancat Tomàs i jo en una conversació pel messenger, i ja se sap, qualsevol activitat front a la "computadora", paraula vella. Deia que qualsevol activitat absorbix el nostre sentit del temps, i alguns perden el sentit total de tot.

Em vaig despertar. Si, Vicent, si ja, seguix.

He tirat mà on deixe les sabatilles, buscant el xicotet artefacte qu´em servix per a gravar les meues idees i escoltar musica, i a les palpentes, busca que busca. Res. Res. Per fi, el que no volia.  Despertar a la meua dona. Un dia que té per a allargar el seu somni. Li agrada tant.

- Res. Ja ho trobaré. Yava, com estes Vicent!.
Està en la teua taula de treball. Recorda't. Tu mateix, a tu mateix, te vas dir:

- Deixa-ho esta nit, és molt d´hora i no ho vas a necessitar, estas mort de son.
- Però gitar-me sense escoltar un estona de la musica clàssica que porte. No se.

I me'n vaig anar a dormir sense la musica.  Ja comprenc per que no esta allí.

l´arreplegue, connecte els auriculars orellers, els xicotets no els tolere, s'ajusten   molt malament a ma oïda. aprete "play"  joc?. No entenc. No inglis.

En un moment sonen unes notes. Faig callar al meu nebot, em  quede parat un moment. Crec que el meu nebot m'esta donant puntellons per a fer-me tornar en si, però, no puc, mire, però no puc tornar on ell vol.

Mire la pantalleta de l'artefacte que conté no se quants "gigues de memòria", hi ha signes rars i nul·la cobertura.

Llig "clar que ja se qui és l'autor, és el meu acompanyant diari en la practica musicoterapica casolana. Corrent al meu ordinador, ho encenc que es vaja calfant. És vell i necessita temps per a posar totes les icones en el seu lloc, com se m'ocorreguera tocar alguna tecla mentrestant, eixe dia em puc acomiadar d´ell. Algun dia ni em vaig a acomiadar-me, eixirà  per la finestra.

És dia 5 de desembre. Repàs periòdics

I deix de llegir els periòdics, els correus, els facebook, els tewters, YouTubes, Bloc´s, me'n vaig al meu contenidor, disc dur extern, busque, ratolí, botó esquerre,  pic l'icona triada, Reproductor de Windows Media, cascos, em sent i llig:
" va escriure lentament l'angoixosa partitura, convertida en la seua última obsessió. Mai acabara el Rèquiem, encara que fins a exhalar el seu últim sospir va dictar amb llavis tremolosos les notes de la trompeta del Juí Final al seu fidel amic. Se li va soterrar en una fossa comuna, en un dia tan tempestuós que els escassos acompanyants  es van dispersar abans d'arribar al cementeri.  Era el 5 de desembre i  tènia 35 anys, el seu nom Wolfgang Amadeus Mozart
El xiquet prodigi, el xiquet adult, la felicitat amb Constance, l'ocàs.
Mozart el Gran.
Amic, deixa tot.
Posa't els cascos.
Doble clic.
Reproductor de Windows.
Rèquiem de Mozart.
Jo l'acompanye fins al cementeri, encara que caiguen piques de punta. I tu.
Descanse en pau.

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UN REQUIEM

Me desperte un poco tarde, el despertador no habia sonado.

La noche anterior, no, a las cuatro de la madrugada apagaba todas las lucecitas que tiene mi mesa donde tengo el ordenador. Si, era un poco tarde, sin embargo, nos habíamos enredado Tomàs y yo en una conversación por el messenger, y ya se sabe, cualquier actividad frente a la "computadora", palabra vieja. Decía que cualquier actividad absorbe nuestro sentido del tiempo, y algunos pierden el sentido total de todo.

Me desperté. Si, Vicent, si ya, sigue.

He hechado mano donde deje las zapatillas, buscando el pequeño artefacto que me sirve para grabar mis ideas y escuchar musica, y a tientas, busca que busca. Nada. Nada. Por fin, lo que no quería.  Despertar a mi mujer. Un día que tiene para alargar su sueño. Le gusta tanto.

                     - Nada. Ya lo encontraré.

                     - Yava, ¡como estás Vicent!. Está en tu mesa de trabajo.                                                                      
                     -  Recuerda. Tú mismo, a ti mismo, te dijiste:  Déjalo esta noche, es muy tarde y no lo vas a necesitar, estás muerto de sueño.                                                                                                                      
                    -Pero acostarme sin escuchar un rato de la musica clásica que llevo. No se.  

Y me fui a dormir sin la musica.

Ya comprendo por que no esta allí. Lo recogo, le conecto los auriculares orejeros, los pequeños no los tolero, se ajustan   muy mal a mi oído. aprieto "play"  juego?. No entiendo. No inglis.

En un momento suenan unas notas. Hago callar a mi sobrino, me quedo parado un momento. Creo que mi sobrino me estas dando patadas para hacerme volver en sí, sin embargo, no puedo, miro, pero no puedo volver donde él quiere.  Miro la pantallita del artefacto que contiene no se cuantos "gigas de memoria", hay signos raros y nula cobertura.   Leo, claro que ya se quien es el autor, es mi acompañante diario en la practica "musicoterapica" casera.

Voy corriendo a mi ordenador, lo enciendo para que se vaya calentando. Es viejo y necesita tiempo para poner todos los iconos en su lugar, como se me ocurra tocar alguna tecla mientras tanto, ese día me puedo despedir de el. Algún día ni me voy a despedir, saldrá  por la ventana.

Es día 5 de diciembre. Repaso periódicos

Y dejé de leer los periódicos, los correos, los facebook, los tewters, YouTubes, Bloc´s, me voy a mi contenedor, disco duro externo, busco, ratón, botón izquierdo,  pico el icono elegido, Reproductor de Windows Media, cascos, me siendo y leo: " escribió despacio la angustiosa partitura, convertida en su última obsesión. Nunca acabara el Réquiem, aunque hasta exhalar su último suspiro dictó con labios temblorosos las notas de la trompeta del Juicio Final a su fiel amigo. Se le enterró en una fosa común, en un día tan tempestuoso que los escasos acompañantes  se dispersaron antes de llegar al cementerio".

Era el 5 de diciembre de 1791 y  tenia 35 años, su nombre Wolfgang Amadeus Mozart.
El niño prodigio, el niño adulto, la felicidad con Constance, el ocaso.

Mozart el Grande. 

Amigo, deja todo.  Pónte los cascos.  Doble clic.  Reproductor de Windows. Réquiem de Mozart.

Yo le acompaño hasta el cementerio, aunque caigan chuzos de punta. Y tú ?.

Descanse en paz.

UN REQUIEM
Un dia mas comparto con vosotros mis seguidores, lo siguiente:

Me desperte un poco tarde, el despertador no habia sonado.

La noche anterior, no, a las cuatro de la madrugada apagaba todas las lucecitas que tiene mi mesa donde tengo el ordenador. Si, era un poco tarde, sin embargo, nos habíamos enredado Tomàs y yo en una conversación por el messenger, y ya se sabe, cualquier actividad frente a la "computadora", palabra vieja. Decía que cualquier actividad absorbe nuestro sentido del tiempo, y algunos pierden el sentido total de todo.

Me desperté. Si, Vicent, si ya, sigue.

He hechado mano donde deje las zapatillas, buscando el pequeño artefacto que me sirve para grabar mis ideas y escuchar musica, y a tientas, busca que busca. Nada. Nada. Por fin, lo que no quería.  Despertar a mi mujer. Un día que tiene para alargar su sueño. Le gusta tanto.

                     - Nada. Ya lo encontraré.

                     - Yava, ¡como estás Vicent!. Está en tu mesa de trabajo.                                                                      
                     -  Recuerda. Tú mismo, a ti mismo, te dijiste:  Déjalo esta noche, es muy tarde y no lo vas a necesitar, estás muerto de sueño.                                                                                                                      
                    -Pero acostarme sin escuchar un rato de la musica clásica que llevo. No se.  

Y me fui a dormir sin la musica.

Ya comprendo por que no esta allí. Lo recogo, le conecto los auriculares orejeros, los pequeños no los tolero, se ajustan   muy mal a mi oído. aprieto "play"  juego?. No entiendo. No inglis.

En un momento suenan unas notas. Hago callar a mi sobrino, me quedo parado un momento. Creo que mi sobrino me estas dando patadas para hacerme volver en sí, sin embargo, no puedo, miro, pero no puedo volver donde él quiere.  Miro la pantallita del artefacto que contiene no se cuantos "gigas de memoria", hay signos raros y nula cobertura.   Leo, claro que ya se quien es el autor, es mi acompañante diario en la practica "musicoterapica" casera.

Voy corriendo a mi ordenador, lo enciendo para que se vaya calentando. Es viejo y necesita tiempo para poner todos los iconos en su lugar, como se me ocurra tocar alguna tecla mientras tanto, ese día me puedo despedir de el. Algún día ni me voy a despedir, saldrá  por la ventana.

Es día 5 de diciembre. Repaso periódicos

Y dejé de leer los periódicos, los correos, los facebook, los tewters, YouTubes, Bloc´s, me voy a mi contenedor, disco duro externo, busco, ratón, botón izquierdo,  pico el icono elegido, Reproductor de Windows Media, cascos, me siendo y leo: " escribió despacio la angustiosa partitura, convertida en su última obsesión. Nunca acabara el Réquiem, aunque hasta exhalar su último suspiro dictó con labios temblorosos las notas de la trompeta del Juicio Final a su fiel amigo. Se le enterró en una fosa común, en un día tan tempestuoso que los escasos acompañantes  se dispersaron antes de llegar al cementerio".

Era el 5 de diciembre de 1791 y  tenia 35 años, su nombre Wolfgang Amadeus Mozart.
El niño prodigio, el niño adulto, la felicidad con Constance, el ocaso.

Mozart el Grande. 

Amigo, deja todo.  Pónte los cascos.  Doble clic.  Reproductor de Windows. Réquiem de Mozart.

Yo le acompaño hasta el cementerio, aunque caigan chuzos de punta. Y tú ?.



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